¿Cómo gestionar la vuelta a la rutina después de las vacaciones de Navidad?

Las vacaciones de Navidad son un merecido escape de las demandas cotidianas. Pero como es lógico, y como ocurre con la mayoría de las cosas buenas, tienen un fin. Pero el fin también marca un inicio, nos señala el primer reto del año: retomar la nuestra rutina. 

La vuelta a madrugar, estudios, trabajo, ejercicio y días largos con mucho que hacer requiere ajustes. Con las técnicas adecuadas, puede resultar más sencillo de lo que crees. A continuación, te contamos cómo abordar este desafío de manera efectiva y positiva, convirtiendo la transición de regreso a la normalidad en una experiencia enriquecedora.

Comprendiendo el gran desafío psicológico del fin de las festividades

Durante las festividades, nos sumergimos en un mundo de compromisos, disfrute y conexión social. El retorno a las responsabilidades diarias puede causar lo que comúnmente se denomina «depresión posvacacional». 

Aunque no exista consenso científico sobre la definición o la veracidad del “síndrome posvacacional”, sí hay estudios que han determinado que para muchos el trabajo se considera una actividad obligada y sacrificada. Si no es tu caso, ¡enhorabuena!, estás en el pequeño porcentaje de personas que perciben el trabajo con una luz más positiva, y esta puede ser la clave para superar la vuelta. Cuando se percibe el trabajo como algo creativo y valioso, el estrés se afronta de una manera diferente.

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Estrategias efectivas para una transición suave

 

Crear una rutina matutina revitalizante

Desarrollar una rutina por las mañanas puede ser un poderoso impulso para nuestro día. Una sesión de ejercicio para generar serotonina; una práctica de mindfulness para regular el estrés; y disfrutar de un desayuno saludable. Estos momentos de cuidado personal nos preparan física y mentalmente para el día, y también establecen un tono positivo y optimista.

 

Establece metas realistas para el regreso

Piensa cómo se prepara alguien para una maratón: no es recomendable correr 20 km el primer día, los entrenamientos van aumentando en distancia progresivamente para así evitar lesiones. Y es que una de las estrategias más eficaces es establecer metas realistas para el regreso. Esto significa reconocer que no podemos volver a nuestra máxima capacidad productiva de inmediato. Al definir objetivos alcanzables y dividir tareas grandes en pasos más pequeños y manejables, evitamos sentirnos abrumados y facilitamos el proceso de readaptación. Esta técnica no solo reduce el estrés, también proporciona una sensación de logro que puede impulsar nuestra motivación en los días siguientes.

Pequeñas tareas para grandes cambios

Entiende que cada pequeña tarea es como una pequeña victoria, como si estuvieras plantando semillas de éxito cada día. Esto implica comenzar el día con tareas simples y agradables, que nos ayuden a entrar en un estado de flujo sin sentirnos abrumados. Este enfoque es tu varita mágica contra la procrastinación, el cual nos ayuda además a acumular impulso para las tareas más desafiantes a medida que avanza el día.

 

Cuida tu hábito de sueño y tu nutrición

Si quieres darle un empujón a tu bienestar, hay dos secretos que no puedes pasar por alto: un sueño de calidad y una buena alimentación. Esto te ayudará a mantener buenos niveles de energía.  Algunas claves: 

Despedirnos de los dispositivos electrónicos antes de ir a la cama, nos permite que nuestra mente se relaje y se prepare para un sueño reparador. La luz azul de estos aparatos puede interferir con los ritmos naturales del sueño, así que apagarlos al menos una hora antes de dormir puede mejorar significativamente la calidad de tu descanso.

En el terreno de la nutrición, la clave está en una alimentación equilibrada y nutritiva. Es esencial incorporar alimentos como frutas, verduras, proteínas y cereales. Estos alimentos no solo te ayudan a mantenerte activo y concentrado, sino que también son un regalo para tu salud. También es importante moderar el consumo de alimentos procesados, azúcares y cafeína, que aunque tentadores en una época como la Navidad, juegan una mala pasada a nuestros niveles de energía.

Después de disfrutar de un merecido descanso durante las vacaciones de Navidad, nos encontramos ante la puerta de nuevas oportunidades. La vuelta a la rutina no es solo un retorno a nuestras actividades diarias, sino también una magnífica ocasión para infundir nuestra vida con una nueva perspectiva. Recordemos que cada final, con la actitud correcta, es simplemente el comienzo de algo nuevo y emocionante.

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