Cómo llevar a cabo tu idea emprendedora: primeros pasos

Dibujo de una bombilla.

La creatividad es una mente salvaje y un ojo disciplinado, dice la escritora Dorothy Parker. Varias de las ideas emprendedoras más exitosas surgieron a partir de esa mezcla: una buena idea acompañada de ejecución, constancia y disciplina. Porque sí: el talento es genial, pero si este no se desarrolla se muere. Por eso queremos ayudarte a que esa idea emprendedora que ronda por tu mente quizá hace días, semanas o incluso meses pueda nacer. Vamos a acompañarte en esos primeros pasos que pueden ser emocionantes, pero también algo confusos. así que con ese dilema en mente  -cómo empezar , por dónde, qué hacer, qué no-, vamos a tratar de entender cómo emprender desde cero. 

Descubrimos los pasos que dio el emprendedor Jaime Perozo, co-fundador de La Santa, una empresa dedicada al desarrollo de patrocinios y activaciones de marca. 

Jaime nos cuenta que su misión es “ser el departamento de patrocinios o el complemento al departamento de patrocinios que las empresas no pueden tener de manera interna. Conectamos a las marcas con eventos, propiedades y embajadores y desarrollamos un plan de patrocinios a medida de las necesidades del cliente.”

“Nos enfocamos principalmente en cuatro ejes: deporte, música, gastronomía y sostenibilidad. Es la unión de nuestras pasiones y de los territorios en los que llevamos trabajando ya muchos años”.

Guía de primeros pasos para emprender

La energía y atención de los seres humanos, a veces, parecen caprichosas: saltan de una cosa a otra, se dispersan, están en todas partes y en ninguna. Las ideas creativas y emprendedoras, en ocasiones, funcionan así también: te gustan varias áreas, tienes una diversidad de pasiones, tienes capacidades y habilidades en distintos sectores. 

Vamos a ir desgranando los pasos para poder llegar a construir y hacer realidad nuestra idea: 

Primer paso: define tu idea

 

Es probable que al leer esto hayas pensado: “¿Cómo? ¿Una sola idea? ¡Imposible! ¡Es que a mí me gustan muchas cosas!”. Pero este primer paso tiene una gran ventaja: te va a permitir empezar y probar. Cuando intentas poner en marcha varias ideas a la vez sin haber testeado primero asumes un riesgo importante y es el de perder tiempo. Cuanto antes comiences y pruebes, antes podrás detectar qué se puede mejorar, qué funciona para potenciar y qué no hacer en tu negocio. 

 

Consejos para definir tu idea emprendedora

 

  1. Baja tus ideas de la mente al papel o el ordenador. Es decir: haz que se vuelvan reales. Esto te va a permitir, en primer lugar, hacer que esta sea tangible. Vas a poder observarla de cerca como si estuvieras en un museo delante de un cuadro: te va a dar objetividad, algo muy importante porque, en ocasiones, las ideas en la mente son maravillosas, pero cuando las pasamos a la práctica nos damos cuenta de que, quizá, requieran unos costes de tiempo o económicos que no son accesibles a corto plazo por nuestras circunstancias personales. 
  2. Sumérgete entre tus pasiones, talentos y habilidades. Esta es una parte emocionante, divertida e incluso sorprendente porque, tal vez, descubras partes interesantes de tu personalidad que puedas compartir a través de tu emprendimiento. En este sentido, te compartimos algunas preguntas: ¿qué haces en tu tiempo libre de forma natural y en qué inviertes tiempo y energía sin que nadie te obligue a ello? ¿Las personas de tu entorno recurren a ti a menudo para pedirte opinión o guía en algún tema en particular? 
  3. Vuelve a tu infancia. Te proponemos este ejercicio creativo: regresa por un instante a cuando eras una niña o un niño. ¿Qué te encantaba hacer? O, incluso, ¿hubo alguna actividad en particular que quisiste probar y tus padres no te apoyaron? Gracias a estas respuestas puedes encontrar un hilo del que tirar y ver a dónde te lleva. 

Segundo paso: ¿a quién te diriges? ¿Cuál es tu público? 

 

Aquí hay algo muy importante: no te enamores de tu idea. ¿Qué significa esto? No pienses sólo en el producto, servicio o experiencia que a ti te gustaría comprar o consumir. Investiga cuál es el perfil o buyer persona al que te diriges: ¿cuál es su su situación laboral y personal? ¿Cuál es su perfil demográfico -sexo, edad, renta, localización, clase social-? ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Escucha podcast, lee libros, hace deporte? ¿Qué necesita? ¿Más tiempo, más ingresos, algún conocimiento en particular, mejorar sus condiciones laborales? 

Investiga, también, cuáles pueden ser las principales objeciones de tu público objetivo respecto a tu producto o servicio: ¿qué le da miedo? ¿Qué le asusta? 

Esta información te permitirá enfocarte de forma más específica a la persona a la que vas dirigida y poder ofrecerle las soluciones a sus problemas, esos que se conocen como “puntos de dolor”, y que esté dispuesto a pagar por lo que tú eres capaz de resolverle. 

En este sentido, para que todos estos datos no estén sólo en tu mente, puedes crearte un documento en tu ordenador y elaborar una plantilla de tu buyer persona en el que vayas pregunta por pregunta para ordenar toda la información necesaria. 

Jaime nos ayuda a entender la relación con tus clientes: “para mí lo más importante en una relación profesional es la cercanía: creamos proyectos especiales y para eso tenemos que nutrirnos de lo humano. Es la única manera de trasladar estos valores a las marcas desde las que hablamos después”.

Jaime Perozo Ayuso durante un discurso.

“Acción lleva a acción se refiere a que nosotros somos los únicos causantes de los resultados. Es tan vertiginoso como fantástico: tenemos el poder de hacer que sucedan las cosas o no y mi experiencia me dice que si sales a buscarlo convencido, acabas encontrándolo”

Tercer paso: Investiga a tu competencia 

 

Hora de sacar la lupa. Es momento de que investigues otros negocios que ofrecen algo similar a lo que haces tú. Algunas personas se frenan en este punto, se desmotivan o se frustran porque “está todo inventado” o argumentan que “el mercado está saturado”. Sin embargo, de forma constante surgen emprendimientos, negocios y empresas nuevas con una oferta de algo que si bien existe, han sido capaces de darles la vuelta. 

Jaime afirma que confía en que “lo más importante que debemos trabajar en cualquier negocio es la diferenciación. Qué hace diferente nuestro producto/servicio del de la competencia y en consecuencia por qué me van a comprar a mí y no al de al lado. En mi caso, vengo de un perfil muy especializado, los patrocinios, y que una agencia se dedique a un tema tan concreto puede ser muy atractivo para los potenciales clientes, pero para llegar a esta conclusión pasaron muchos años conociendo, analizando y trabajando en un sector muy especializado”.

Pila de libros sobre emprendimiento.

Además, sostiene que la diferenciación puede ser “una persona, un atributo, el tiempo que tardas o el precio. Lo importante es encontrar esa diferenciación, hacer foco en ella y comunicarla de forma correcta”. 

Pero para que puedas ofrecer algo original antes tienes que conocer a fondo a los negocios de tu sector: qué hacen, en qué formatos, cómo se comunican, qué los hace especiales. Gracias a conocerlos en profundidad podrás ver lo que hacen y si es que se puede mejorar. 

En este punto, te recomendamos también que te hagas una serie de preguntas básicas respecto a tu competencia. Te proponemos que entres a la página web o a las redes sociales de la empresa: ¿cuál es tu primera impresión? ¿Transmite confianza, seriedad, elegancia? ¿Es original o innovadora? ¿Entras y te dan ganas de quedarte o quieres irte porque su imagen y sus textos son desordenados o comunican mal lo que ofrecen? 

Cuarto paso:  empieza, prueba y olvida la perfección 

 

“Acción lleva acción”, dice Jaime cuando se le pregunta sobre ese momento en el que se procrastina el comienzo de un emprendimiento hasta que esté todo perfecto.  Además, comparte cuál es  su postura y mirada sobre esto: “mi manera de afrontar esto es desde la imperfección. No somos perfectos y no hacemos todo bien, pero hay que intentar hacerlo de la mejor forma posible. El camino del emprendimiento es un constante aprendizaje. Si te enfrentas a él desde la prepotencia, pierdes. Si te enfrentas desde la absorción, es probable que mejores. Estamos rodeados de personas que han emprendido y les ha salido bien, la pregunta es: ¿Por qué no voy a estar yo a la altura?”.

Empieza, prueba y reajusta durante el proceso. 

Quinto paso: “No hace falta dejarlo todo para emprender”

 

Jaime insiste en que si quieres emprender no es necesario que abandones todo para poder llevarlo a cabo. Ahora bien, matiza algo importante y sugiere que haya un “colchón” para que, mientras emprendes, la necesidad económica no sea un freno que afecte a tu creación, ni te drene la energía que será necesaria para enfocar en tu negocio. “Creo que dar el paso a emprender necesita ir acompañado de un compromiso sólido. Cuando creas un proyecto propio no hace falta dejarlo todo para emprender. Lo que sí debemos tener claro es que si queremos que funcione, necesitará de toda nuestra atención y esfuerzo, por lo que debemos tener claro que sí necesitará de nuestra principal atención en algún momento, por lo que la decisión tiene que estar tomada con anterioridad”, sugiere. 

Signo de interrogación dibujado con un lápiz.

Máster en Emprendimiento e Innovación

El programa está diseñado en dos ejes: la experiencia real en el desarrollo de las claves del emprendimiento y la diversión necesaria en el aprendizaje.

Más información

Además, Jaime, explica que en su caso renunció  “a ciertas cosas en mi vida, pero convencido de que sería temporal: ocio, viajes y una vuelta inminente a la casa familiar para reducir costes fijos”.

Jaime también es contundente en cuanto a la importancia de que el emprendimiento no ocupe todo tu espacio y en prestar especial atención a lo que realmente es importante para ti, la familia, tu entorno de amigas y amigos, tus hobbies, pasiones, actividades preferidas y tu salud.  “Las jornadas de trabajo ahora no tienen reloj y muchos días lo último que quieres hacer es ejercicio o charlar con gente, pero te aseguro que después de hacerlo, siempre merece la pena y se nota al día siguiente”.

«Es una exploración: hay una selva y con machetes cortas la maleza. Hay veces que te encuentras una cascada idílica y hay veces que te encuentras con una serpiente»

Sexto paso: Aprender a convivir con la frustración y aumentar el umbral de tolerancia a ella

 

La frustración: una parte clave en el proceso de emprendimiento. Como proceso, este tiene unas etapas, ritmos y tiempos propios. Tratar de que los resultados sean inmediatos o que aparezcan de forma rápida puede conducir a la frustración. Jaime nos compartió cómo convive con ella y su forma de gestionarla: “el emprendimiento no es un camino definido a seguir. No hay una ruta exacta. Es una exploración: hay una selva y con machetes cortas la maleza. Hay veces que te encuentras una cascada idílica y hay veces que te encuentras con una serpiente. No pasa nada: estás ahí porque quieres y hay que ser consecuente con lo que queremos. Lo más importante es seguir intentándolo. Mientras sigas en la lucha: eso es cortando maleza e intentando encontrar la mejor ruta, estarás en el camino. Mantener la motivación es uno de los grandes retos del emprendimiento y la mejor ruta para hacer frente a las situaciones frustrantes es la aceptación”.

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