¿Cómo diseñar la página web perfecta adaptada a tus necesidades?

Cuando eres pequeño tu mayor ilusión es poder decorar tu cuarto a tu gusto: algún póster de tu grupo de música favorito o de tu deportista favorito. Estas elecciones no solo se prolongan en el tiempo, sino que terminan formando parte de tu personalidad cuando eres adulto. Una vez te has independizado, llega el momento de elegir muebles, sofá, sillas, mesas, cuadros… para que tu hogar esté en perfecta sintonía con lo que estabas buscando. 

Cuando se trata de crear páginas webs, se debe aplicar la lógica dentro de la página sin dar peso a los gustos personales. Necesitas entablar una ‘conversación’ con el cliente para convertirte en su punto de referencia. Tu papel será siempre el de actuar como director de ventas y presentar el producto más optimizado y atractivo posible. De niño buscabas que tu habitación quedase muy guay, ¿verdad? Tenías que ser la envidia de tus amigos. Al diseñar tu web esa debe ser la premisa: ser el modelo a perseguir para el resto de competidores. Para ello siempre es bueno detenerse y buscar inspiración en otras páginas ya creadas y observar qué funciona en la competencia. Adaptar y aplicar los mejores formatos para que nuestro producto se convierta en el más óptimo posible. ¿Sabrías distinguir qué elementos son fundamentales dependiendo del tipo de negocio para el que necesitemos un sitio online? 

1. Web corporativa o de negocio: tu carta de presentación

Solemnidad, seriedad y toda la información posible. Tres conceptos que deben estar presentes en una web corporativa. Dentro de la página se suelen establecer menús y todo tipo de accesos secundarios cuyo objetivo es alojar otro contenido como los servicios que se prestan, con quién colaboran, formulario de contacto, historia de la organización, compromiso social, blog anexo, etc.

Entras a un edificio y te das cuenta del ambiente que impera, respiras en la decoración la cultura de la empresa, ves el tono que se usa entre los empleados, el tipo de oficinas, aulas, el edificio en sí… Todo ello son ejemplos de lo que debería reflejar tu web según tu estilo. ¿Por dónde empezar? Busca una tipografía adecuada a lo que quieres transmitir, unos colores corporativos que casen con el logo, cuida y cura cada sección y, sobre todo, organiza y mantén limpia tu web para evitar la excesiva carga de estímulos que puedan generar al usuario.

Sus tres características principales:

1. Diseño que refleje el estilo de la empresa: un buen look & feel en imágenes, tipografía y colores.
2. Optimización de todo el contenido para que sea accesible tanto en dispositivos móviles como en ordenadores. Cuidar el más mínimo detalle.
3. Toda la información útil como direcciones de contacto, servicios, sede social, sección de comentarios, con un acceso sencillo y a la vista.

2. Webs de comercio o tiendas online: un escaparate de un solo vistazo

Somos parte y culpables del boom de las tiendas online o e-commerce. Hemos nacido con la tecnología bajo el brazo y no somos capaces de concebir un mundo sin las entregas a domicilio de ropa, comida, tecnología… Es un mercado que se encuentra a la orden del día, porque cada vez son más los consumidores y también los negocios que se expanden hacia Internet. Conscientes de que no puedes competir con gigantes del sector como Amazon, lo principal será tener un amplio catálogo de productos donde los precios queden bien reflejados y donde se detalle con claridad el proceso de envío, los costes, los métodos de pago y las opiniones de los usuarios. .

Es imprescindible dejar constancia de las políticas de devoluciones y de envíos, pudiendo usar un menú que te derive a estas secciones. Además, es conveniente ordenar por categorías los productos y dar posibilidad de aplicar filtros para que el cliente pueda encontrar lo que busca sin quebraderos de cabeza. 

Sus tres características principales:

1. Acceso rápido, a la vista y en menos de dos clicks. Utilizar un buscador o filtros facilitará este punto. La calidad de imagen también será importante.
2. Facilidad en la finalización de pago cuando se vaya a ejecutar la compra.
3. Las reseñas de clientes y la política de cambios, devoluciones y pagos siempre deben estar a la vista. Con ello favorecerás la confianza.

3. Landing Page: máximo contenido en mínimo continente

Como su propio nombre indica, es una única página web de aterrizaje. Todo el contenido con el que se pueda interactuar se alcanzará a través de un scroll hacia abajo. Su ventaja principal es su eficacia y que son económicas. Un ejemplo claro de landing page son las webs de alquiler de viviendas para vacaciones.

Su cometido puede ser el de una promoción o lanzamiento de un producto entre otros. Esto quiere decir que tu tarea será crear un contenido visual atractivo, escoger una tipografía que llame la atención, poca información pero muy útil y que los clientes interactúen con los elementos. Cumplir este último objetivo será el verdadero valor comercial de este tipo de páginas webs.

Sus tres características principales: 

1. Tanto el nombre, como la imagen corporativa, así como su principal claim son el motor de este tipo de sitios. 
2. El call to action (CTA) debe estar a la vista y sin necesidad de scroll. Se elimina cualquier posibilidad de vía de fuga hacia otras páginas del site. Todo con lo que se interactúa está a la vista.
3. Diseño funcional. Los elementos de composición no deben quitar protagonismo al CTA, pero sí resultar atractivos.

4. Blogs: actualidad con un tono personal

Es el paso más elemental cuando alguien se plantea introducir su producto en Internet. En un blog puedes publicar desde entradas personales, a tus experiencias o tus reflexiones. Su característica principal es la actualidad, porque, por lo general, se nutren de contenidos que se publican casi a diario con temas del momento. Dependiendo de la identidad de la marca -y del objetivo del blog- usarán un tono cercano y desenfadado o uno más distante y formal.

Muchas veces las grandes empresas tienen blogs paralelos, cuya calidad les hace redirigir más tráfico a su dominio secundario que la propia web corporativa. Además de contenido actualizado, deberás contar con un aspecto moderno y donde los temas actuales sean el eje principal. Adentrarse en este mundo es sencillo porque existen miles de herramientas gratuitas para crear tu propio blog -Wordpress o Blogger, como gigantes en este sector-. No deberás instalar muchos elementos, porque con un menú simple y acceso a las redes sociales, será suficiente. Se buscará la interacción de los usuarios con el contenido y es por ello que deben quedar claras las políticas de privacidad. 

Sus principales características:

1. Todos los blogs deben tener el objetivo claro de ofrecer un contenido original y que aporten valor para los usuarios.
2. Aunque abarque muchos temas y formatos, normalmente siguen un calendario de publicación y aprovechan los temas del momento.
3. Los lectores buscarán ofrecer distintas opiniones a la tuya. Procura que tengan un espacio donde compartir sus impresiones.

5. Portfolio: tu currículum en versión web

Si tu actividad de negocio principal es la fotografía, por ejemplo, un portfolio es la mejor opción. Una web sencilla, donde el sentido de la vista sea el que más trabaje. Procura insertar todo tu trabajo siempre de manera catalogada (sesiones de boda, de cumpleaños, de recién nacidos…) y que sea intuitivo de encontrar.

Podemos entender este concepto como un currículum virtual, donde la gente consulte tu experiencia laboral y se decida por contratar tus servicios. En ella podrás cargar tu información de contacto, exposiciones, contacto e incluso los precios. 

Sus principales características:

1. Diseño de la web sencillo e intuitivo donde los usuarios puedan apreciar en un golpe de vista todo tu trabajo.
2. Haz públicos todos tus proyectos, enseña muestras de lo que has hecho con anterioridad y encargate de mantenerlo actualizado. 
3. Mantén accesible y fácil de encontrar la información de contacto, precios y los comentarios de anteriores clientes.