¿Cómo afrontar el miedo a la hoja en blanco?

Síndrome de aversión a la hoja en blanco.

La mayoría de los escritores se ven en algún punto de su trayectoria atrapados por el síndrome de aversión a la hoja en blanco. ¿Existe algún mal mayor para un autor que la incapacidad de arrancar con ideas frescas para su futuro libro mientras le exigen plazos de entrega? Es algo que comúnmente conocemos como una crisis de creatividad.

“La sequía no es un problema, porque si no tengo nada que escribir, no me voy a quedar ahí delante del ordenador esperando”, reconocía Joël Dicker, uno de los escritores de novela más destacados de la última década en una entrevista para Europa Press. Quien sí lo ha vivido es Marcus Goldman, el protagonista de su novela ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’. El joven autor es esclavo del acuerdo firmado con su editorial mientras sufre el síndrome de aversión al folio en blanco. 

Seguro que alguna vez te has visto reflejado en una situación similar cuando te has enfrentado a un examen, cuando has tenido que realizar algún trabajo, elaborar un informe, diseñar un boceto o tratar de realizar un briefing para un proyecto. Esa sensación de bloqueo mental es algo natural y le pasa a mucha más gente de la que pensamos. 

Por eso te proponemos una serie de consejos para que puedas eliminar la frustración y dejar fluir tu creatividad.

Consejos para superar el miedo al folio en blanco

1. Asume que hay días donde no estarás inspirado

Cuando se trata de afrontar una tarea creativa debes considerar que no todos los días tendrás capacidad para concentrarte y plasmar buenas ideas. Habrá días en los que, por mucho que te devanes los sesos, no habrá manera. No te preocupes, enfréntate a otras tareas y las ideas comenzarán a fluir de manera natural más adelante.

2. Trata de ser lo menos negativo posible

A veces es complicado acallar la voz interna de nuestras cabezas que nos grita que no valemos para ciertas tareas, que no somos capaces de ser creativos. Aléjate de esas voces y de esos pensamientos, atreverse a dar un paso al frente no es sencillo. Somos nuestro peor enemigo y nuestra misión es demostrarnos nuestra valía y elaborar mensajes positivos.

3. Establece buenos hábitos y encuentra fuentes de inspiración 

Ser creativo implica encontrar inspiración, pero la inspiración no vendrá a buscarte. Tendrás, muchas veces, que ir a por ella. ¿Cómo puedes lograrlo? Rodeándote de gente que consideres buenos ejemplos, cotilleando por Internet y encontrando artículos útiles para inspirarte o incluso leyendo libros que te resulten interesantes para tu causa. Como decía Rafiki en el Rey León: “Mira más allá de lo que ves”, o lo que es lo mismo, amplía tus horizontes y no te quedes siempre en la superficie.

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4. Práctica, práctica y más práctica (aunque no te convenza, pueden salir buenas ideas)

Puede que en un primer momento el resultado de tu creatividad no sea el deseado, pero puede que ese primer boceto te regale algunas ideas interesantes. A partir de ahí, deberás ir afinando para lograr el resultado deseado. Incluso si consideras necesaria una segunda opinión, pregunta a gente de tu entorno, ellos te ofrecerán una visión más objetiva que la tuya propia.

5. Crea una rutina 

La repetición es una de las formas más sencillas de aprendizaje. Desarrollar tu fluidez te ayudará a evitar el bloqueo mental. Para ello, es muy importante crear tus propios hábitos. Por ejemplo, durante cinco minutos todos los días debes intentar escribir, dibujar o desarrollar una idea. Es un pequeño gesto que se convertirá en rutina y te facilitará el trabajo.

6. Fíjate unos plazos y objetivos

No es necesario que desde el primer día te obligues a encontrar muchas ideas creativas. Elabora 2 o 3 ideas y comienza a desarrollar la que más te guste. Conforme vayas observando cómo toman forma, obtendrás la gasolina necesaria para seguir creando. Siempre busca objetivos reales y unos plazos asequibles para evitar el agobio.

Papel arrugado tirado a la papelera.

7. Mancha la hoja

Nos enfrentamos a una hoja en blanco, ¿por qué no la ensuciamos? Atrévete, escribe, dibuja o comienza por algún punto. Experimenta tus límites creativos y no te dejes nada en el tintero. Siempre tienes tiempo para recomenzar, así que no tengas miedo.

8. Anota lo que se te vaya ocurriendo

Ten a mano siempre un cuaderno o las notas del móvil para poder anotar las ideas que se te ocurran en los momentos más inesperados. De ahí pueden surgir grandes proyectos.

9. Desconecta

Si no solucionas el bloqueo, no te quedes esperando. Alejarte de tu lugar habitual de trabajo cuando te encuentras bloqueado, es una de las mejores soluciones para evitar continuar prolongando el problema en el tiempo. Una forma de desconexión puede ser cambiar de tarea, recuerda que muchas veces nos olvidamos que el aburrimiento puede ser productivo.

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