Twitter y Elon Musk, el cuento de ¿nunca acabar?

Un smartphone con la aplicación de Twitter

Y se hizo realidad. Tras los muchos ires y venires que mantenían en vilo a la opinión pública, el hombre más rico del planeta, Elon Musk, ha comprado Twitter por 44.000 millones de dólares. Un movimiento que no ha hecho más que provocar toda una sucesión de polémicas y críticas que sigue sin resolverse tras largos meses de negociación. 

La figura de este empresario como máximo exponente de la plataforma es lo que más recelo ha generado entre los internautas. Su intención declarada de convertir Twitter en un nuevo paradigma de la libertad de expresión y conversación democrática no consigue encajar entre las más grandes corporaciones e instituciones internacionales. 

¿Estamos entonces ante la degradación de una de las plataformas más influyentes del planeta? Sus usuarios lo tienen claro: más de la mitad le quiere fuera del cargo si se consultan los resultados de la encuesta publicada por el propio Musk en su perfil. Repasemos algunos de los puntos clave de este debate.

Las polémicas que siempre han rodeado a Twitter

 

Desde que Jack Dorsey, fundador de la compañía, abandonara su puesto de trabajo en noviembre de 2021, las complicaciones no han hecho más que sacudir Twitter. 

Uno de los principales problemas ha sido la proliferación de fake news y teorías de conspiración en la plataforma, favoreciendo así la desinformación y la aparición de nuevas técnicas de manipulación de masas, como el ‘astroturfing’. 

Otra de las cuestiones que más críticas ha acarreado ha sido la moderación del contenido en la plataforma, tildada de no esforzarse lo suficiente por eliminar información ofensiva o violenta. Sin embargo, también ha sido acusada de censurar, sin fundamento alguno, a ciertos usuarios.

Entre estas polémicas y el surgimiento de nuevas redes sociales, el panorama de Twitter era bastante desolador: sus acciones caían y los ingresos publicitarios lo hacían a su vez. Aquí es donde emerge por primera vez la figura de Elon Musk, tras acceder al consejo de directivos de la empresa, previa compra de más del 5% de las acciones de la compañía.

 

Un usuario usando dos ordenadores a la vez.

‘Astroturfing’: la técnica manipulativa a través de las redes sociales

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Pero, ¿quién es Elon Musk y por qué compra Twitter?

 

Elon Musk es un empresario, magnate tecnológico y fundador de SpaceX, una de las compañías de fabricación aeroespacial más importantes del mundo. También es dueño y CEO de Tesla, OpenAI y Neuralink. Musk es conocido por su ambiciosa visión y por buscar soluciones a problemas globales a través de la tecnología y la innovación.

Su especial predilección por el mundo tecnológico y su alta actividad en Twitter fueron las dos principales premisas que le impulsaron a comprar parte de las acciones de esta red social en 2021. Sin embargo, Musk fue muy crítico con las políticas y la funcionalidad de la plataforma de manera pública a través de una serie de tweets. A partir de aquí, comenzó una de las negociaciones más surrealistas del ámbito empresarial de los últimos años. 

A raíz de los comentarios del magnate, la compañía le sugirió dejar de hacer críticas a cambio de entrar a formar parte del consejo directivo. A pesar de que Musk aceptara en un primer momento, no tardó en dar marcha atrás haciendo pública la oferta que le hizo la directiva de Twitter y amenazando con comprar toda la empresa y sacarla de la Bolsa. Tras llegar a un primer acuerdo entre ambas partes, Elon Musk comenzó a rizar el rizo de esta operación y amenazó con rechazar la compra.

La red social demandó a Musk por incumplimiento de acuerdo y, pese a los intentos del magnate por deshacerse de la operación, finalmente admitió su derrota en los juzgados. El 28 de octubre de 2022 se hizo oficial la compra de Twitter, aunque no con ello se iba a poner punto y final a este debate. 

Despidos masivos, regeneración de la plataforma y… ¿fin de Twitter?

 

Nuevo dueño, nuevas medidas. Con el guion establecido en las negociaciones, todo movimiento de Elon Musk se publicaba en Twitter ante sus más de 100 millones de seguidores.

Una de las medidas propuestas fue despedir a cuatro de los máximos responsables de la compañía y al 70% de la plantilla de Twitter, quienes decidieron colgarlo en sus perfiles de redes para que todo el mundo fuera consciente de la situación. Lejos de calmar las aguas o cambiar de postura, Musk continuó en su línea de narrar todos los movimientos en su cuenta oficial.

 

Con la mayor parte del equipo que compone la plataforma despedido, y otros tantos descontentos por el trato del nuevo dueño, la histeria se trasladó a los usuarios de Twitter, provocando una huída masiva a otras plataformas. Una de las más sonadas fue Mastodón, que aprovechó la polémica para ganar seguidores. Al final, no desapareció la plataforma como muchos auguraban, pero sí que han aparecido una serie de cambios:

 

Nuevas políticas de moderación de contenidos. El pasado diciembre, Musk decidió disolver el Consejo de Confianza y Seguridad de Twitter, órgano encargado de las políticas de moderación y de combatir los delitos de odio en la plataforma. Cuentas cerradas por incitación a la violencia como la del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelven a estar operativas. 

Hacer Twitter más atractivo para los anunciantes. De cara a generar beneficios, se envió un comunicado a los anunciantes prometiendo que acabaría con los delitos de odio de la plataforma, para que muchos de ellos volvieran a invertir después de dejar de utilizar Twitter como vía publicitaria.  

¿Más caracteres? Aunque todavía no se haya implementado, Musk pretende aplicar a principios del mes de febrero una de las funciones que prometió tras llegar al cargo: tweets de hasta 4000 caracteres. 

Modificación de la interfaz. Con TikTok como principal fuente de inspiración, Musk ha decidido que el nuevo feed llamado “Para ti” ofrezca los tuits recomendados para cada usuario y en “Siguiendo” las publicaciones en orden cronológico. Además, se han reubicado los botones de like y retweet, se ha añadido un botón de impresiones y está previsto que las imágenes de perfil pasen a ser cuadradas.

Nueva actualización de Twitter Blue. La primera versión de esta nueva función fue un auténtico desastre. Consistía en pagar una cuota de 8 dólares al mes para obtener la verificación de la cuenta. Sin embargo, se retiró en cuestión de horas tras el incremento masivo de cuentas que suplantaban la identidad de celebridades y grandes corporaciones. Tras este incidente, se lanzó Twitter Blue for Business, una suscripción que permite a las empresas que paguen por este servicio conectar con un número ilimitado de cuentas, obteniendo así, un icono dorado junto al azul. Además, para las cuentas oficiales de organizaciones gubernamentales se ha optado por un icono de verificación en color gris.

Sin embargo, con Elon Musk como principal protagonista de esta historia, resulta difícil intentar prever cómo actuará. Su última sugerencia fue preguntar a través de una encuesta si debía renunciar a ser CEO de la compañía, prometiendo acatar los resultados de la encuesta a la que votaron 17 millones de usuarios. El 57% dijo que sí.

Contra todo pronóstico, el magnate hizo caso a los internautas. Como no podía ser de otra manera, anunció a través de su cuenta que ​​renunciará como director ejecutivo “tan pronto encuentre a alguien tan tonto como para aceptar el puesto». Todo apunta a que el proceso se está alargando más de lo esperado, así que habrá que esperar para saber qué candidato ocupará el cargo. 

 

Y aunque parezca que este rifirrafe empresarial esté a punto de consolidarse, con Musk al frente todo puede pasar. ¡Nos leemos en el próximo capítulo!

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