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“El diseño humano te dice cuáles son tus dones y talentos para potenciar tu trabajo”
30 de noviembre de 2023
Habrás oído decir multitud de veces aquello de “ten amigos hasta en el infierno”. Por esto entendemos que no debemos desestimar ningún contacto, hasta con las personas que nos puedan resultar menos agradables, porque quién sabe si te podrían echar una mano. No es necesario considerarlo tu amigo, pero siempre tratando de mantener la cordialidad. Este tipo de relaciones abundaban hace un siglo cuando nuestros abuelos no contaban con la tecnología actual, pero como dicta la corriente filosófica del eterno retorno: todo tiende a repetirse para comenzar.
Con la aparición de las redes sociales profesionales este concepto de relaciones laborales ha vuelto a ser tendencia, aunque, eso sí, con un nuevo término asociado: el networking. Pero, ¿qué es? Por definición es la creación de una red de contactos profesionales que debes cuidar, atender y mantener de cara a obtener unos beneficios -en caso de necesitarlo- a lo largo de tu carrera profesional.
Aunque el concepto de networking invita a pensar que esas relaciones solo se darán dentro del mundo de Internet, para nada es así. Debes saber que también se trata de cultivar “a la antigua” tus contactos: hablando en público, relacionándote con compañeros de trabajo o incluso acudiendo a eventos presenciales donde conectarás con personas de tu mismo sector.
Hacer hincapié en el networking no es baladí. La vida es una carrera de fondo y no podemos predecir el futuro, por eso es importante crear una red de contactos que, en caso de necesidad, puedan echarte una mano para, por ejemplo, encontrar empleo. Pues bien, este es el primer punto importante para considerar en alta estima el networking: generar posibilidades de empleo tanto en la actualidad como en el futuro.
El segundo gran motivo por el que se cultiva el networking es la búsqueda de oportunidades de negocio o colaboraciones. En definitiva, hacer crecer tu empresa. Además, creando esta telaraña de contactos, será mucho más fácil adivinar y estudiar las tendencias del mercado. Afinar tu estrategia se convierte en algo mucho más sencillo si cuentas con un perfil en este tipo de redes sociales laborales.
El concepto de networking queda claro, pero…
Sin duda te habrá venido a la mente el máximo representante en este concepto: LinkedIn. Según Statista, la cifra global de usuarios únicos de la web en 2022 era de 839 millones, un dato que seguirá creciendo hasta situarse en los 1.000 millones de usuarios en 2025. También se han comenzado a usar como plataformas de empleo Twitter o Instagram, creando perfiles cuyo contenido es de elaboración propia y enfocados a crear una marca personal.
Otros dos buenos ejemplos de redes sociales laborales son Freelancer, una web donde se publican trabajos para empleados que ejercen como autónomos, y también Womenalia, una red social enfocada en encontrar empleos para la mujer.
Como cualquier estrategia, el networking te reportará unos beneficios a lo largo de tu carrera laboral al entablar nuevas relaciones profesionales. Entre las muchas ventajas que existen, las principales son:
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Sin duda debemos entender el networking como una inversión, es decir, no debemos esperar a cambio nada a corto plazo, porque los beneficios se cosechan de cara al futuro. Se trata de una acción bidireccional en la que nosotros aportamos valor en busca de un hipotético beneficio propio.
Desde el primer momento en que conectas con otro usuario en LinkedIn, por ejemplo, arranca la relación y nuestro desafío a corto plazo será cuidarla y mantenerla. Para que esta premisa se cumpla, debemos realizar acciones que favorezcan y fortalezcan los vínculos ya establecidos. ¿Conoces algunas de ellas? Te las dejamos a continuación:
Sin lugar a dudas, el error más común es entender el networking como ‘enchufismo’. Esta concepción denotará una visión egoísta e interesada del hecho de mantener los contactos, y es que lograr una red de contactos no solo te ayudará a encontrar trabajo, sino que también te hará apreciar puntos de vista distintos al tuyo y eso implica un crecimiento a nivel personal. Una forma muy fácil de detectar el interés puro es solo respondiendo o interactuando con el mismo círculo de personas de forma constante.
Por eso es imprescindible no entender el networking como un último recurso. Debemos trabajar estos contactos de cara a enriquecer nuestra marca personal y a crear una imagen de nosotros mismos de auténticos profesionales capaces de responder ante cualquier reto que se nos presente. A modo de conclusión, debemos entender que nuestro objetivo es procurar establecernos en la mente de los demás, posicionarnos, que sean capaces de relacionar nuestra figura con, por ejemplo, la figura adecuada para participar en un debate o el candidato ideal en una vacante nueva. A parte de todo esto, el networking se torna como una gran herramienta de estudio de los movimientos del mercado.
Habrás entendido que el networking es un ejercicio bidireccional donde nos encargaremos de dar un valor a corto plazo, buscando en el futuro un beneficio propio, esto es: cultivar las relaciones con nuestros contactos para crecer en lo profesional.