¿Qué entendemos por aplicaciones académicas y para qué sirven?

Un grupo de jóvenes charla en una habitación.

¿Te imaginas estar en clase usando las redes sociales? Es más, ¿Y si los docentes te incitaran a usarlas como métodos de estudio? Y no, no hablamos de una nueva serie de Netflix con un futuro distópico en el que la t ecnología domina el planeta. Estamos de lleno en una revolución digital. Una era en la que todavía nos estamos adaptando a cambios tecnológicos. 

Está claro que la generación Alfa va a encontrarse con un panorama educativo distinto al que tuvieron sus predecesores. Los Millenials tuvieron que conformarse con una calculadora digital y, en el mejor de los casos, un proyector y un ordenador portátil de tamaño considerable.

Los Centennials -o los Z-, por el contrario, ya tenían acceso a smartphones, tablets o unos ordenadores portátiles mucho más cómodos de llevar, pero siempre limitados en los centros de estudios, ya que se consideraba una distracción para los alumnos.

Que levante la mano aquél al que un profesor le haya obligado a guardar el móvil en un cajón al inicio de las clases y no se lo haya devuelto hasta el final. O levantarla también aquellos a los que se les prohibía el uso de los ordenadores en las aulas. Por suerte, hoy en día las cosas han cambiado y, sabiendo que los jóvenes viven pegados a sus dispositivos, la educación se ha adaptado a ello y ofrecen un gran abanico de posibilidades de estudio.

De los blogs a las redes sociales: cómo ha evolucionado su papel en la educación

Internet ha supuesto una revolución en el ámbito académico. Los libros y los apuntes han pasado a un segundo plano para dejar paso a los campus virtuales y a las tablets para estudiar. Lo mismo ocurre con las metodologías.

Los inicios de las Apps académicas provienen de los blogs y los foros de información. Cuando teníamos que realizar un trabajo acerca de un libro, acudíamos a portales como ‘El rincón del vago’. Y, cuando necesitábamos saber qué preguntas habían caído en un examen, lo hacíamos en ‘Patata brava’. Muy rudimentario, sí. 

Con el paso del tiempo y el asentamiento definitivo del internet en nuestras vidas, nacieron lo que conocemos como las primeras aplicaciones o páginas web académicas, en las que no sólo entras y buscas información, sino que puedes conectar con otros alumnos o académicos.

Academia.edu es uno de los portales más conocidos, nació en 2008 con el objetivo de compartir artículos de investigación, monitorizarlos, ver su impacto y facilitar su seguimiento para los campos de estudio. Otra red social muy importante es ResearchGate, cuya finalidad es muy parecida a la anterior, pero enfocada exclusivamente a la ciencia. Mendeley, por su parte, nació en el mismo año que las dos primeras, pero su finalidad es el almacenaje y la organización de investigaciones. Google fue el precursor de todas éstas con Google Scholar Metrics.

Con el asentamiento definitivo de las redes sociales tal y como las conocemos en la actualidad, llegó una nueva batería de aplicaciones utilizadas para los estudios.

La educación digitalizada y las mejores plataformas para el estudio

Después de la Pandemia, muchos centros tuvieron que digitalizarse para poder ofrecer clases telemáticas, realizar exámenes a distancia, etc. Y esas prácticas se siguen utilizando dos años después. 

Multitud de centros educativos -especialmente las universidades- dan todo el temario en diferentes tipos de documentos a través de sus portales web. Otras, han ido un paso más allá e incorporan sistemas de monitorización de los ordenadores de los estudiantes para la realización de exámenes e impedir que éstos copien. 

Lo importante es que la educación se amolda a la digitalización de la sociedad. Hemos estado hablando de lo que son las redes sociales académicas, pero, ¿sabes cuáles son las más utilizadas? Aquí va una lista que te puede interesar:

  • Edmodo: Es una red social que permite tanto a los docentes como al alumnado y a sus familias participar en ella. Esta aplicación permite crear grupos en los que compartir trabajos, apuntes, enlaces o adjuntar archivos. Los docentes, que son los únicos con derechos de acceso y administración de grupos, pueden generar debates para que los alumnos puedan participar de manera proactiva.
  • Kahoot: Aunque inicialmente fue una herramienta exclusiva para que el profesorado hiciera cuestionarios de evaluación a los alumnos, con el paso del tiempo se ha convertido en una aplicación social en la que utilizarla para un uso personal. 
  • Anki: Es un software para memorizar utilizando la técnica de la repetición creando tarjetas de código abierto. Tiene versión web y versión móvil, por lo que cualquier estudiante puede manejarla. 
  • Clipit: Es pionera en la colaboración activa de los estudiantes, ya que son ellos mismos quienes exponen su visión acerca de un tema mediante vídeos. Se publican y se ponen en común para que sus compañeros puedan compartir sus puntos de vista.
  • Brainly: Esta herramienta de estudio permite consultar preguntas de diferentes materias. Ya está disponible en diferentes idiomas y va dirigida a alumnos y a docentes. 
  • Schoology: Similar a Moodle o Google Classroom, ésta plataforma de pago abre la posibilidad de abrir foros de debate, grupos de alumnos, herramientas de evaluación y carga de archivos propios.

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