Por qué un año sabático es una buena decisión profesional

Tablet con dibujo batería baja.

El barbecho es el periodo de descanso que se da a la tierra después de un cultivo para recuperar sus propiedades y regenerar sus componentes. Y es que para que la tierra pueda continuar siendo fértil, necesita etapas como esta, de no producir cultivo alguno. 

Los seres humanos somos parecidos a los ciclos de la naturaleza: necesitamos periodos de descanso. Requerimos estos tiempos de pausa para reflexionar sobre el rumbo de nuestras vidas cuando estamos agotados en el trabajo o, incluso, si estamos atravesando una situación de burnout. Wall Street Journal publicó un episodio en su pódcast sobre por qué un año sabático es una buena decisión cuando estás “quemado” en el trabajo.

Pero un año sabático no tiene que ser solo por estar agotado. Puede ser por un deseo de cambio. Si tienes los recursos económicos y la posibilidad de hacerlo, vamos a contarte por qué puede ser una buena decisión para tu carrera y tu vida.

Un año sabático: sus beneficios a nivel personal y profesional

 

Un año sabático no tiene por qué ser sinónimo de estar bajo una palmera en una playa paradisíaca sin hacer nada durante un año. 

Puede ser un periodo de tu vida en que te dediques a ponerte en “forma” a nivel interno. Un año para evolucionar como persona y ganar bienestar. Una etapa de reflexión y de hacerse preguntas: ¿el rumbo de mi vida me gusta? ¿Tiene que ver con quién soy? ¿Qué partes quiero y necesito cambiar de mi carrera, mi vida, de mí mismo?

Y ahora sí: ¿cuáles son sus beneficios? 

  • Reinvención profesional. Puede ser un buen momento para reflexionar sobre el rumbo de tu carrera. También puede ser que quieras dar un giro y dedicarte a algo totalmente distinto a lo que has hecho hasta ahora y formarte en otra área laboral. En este punto, te recomendamos que tomes decisiones y lleves a cabo las acciones necesarias para esa reinvención: ve la oferta que hay de cursos, busca oportunidades, mejora tu perfil profesional, tu cv y tu LinkedIn.
  • Tomar las riendas de tu vida. Tomarte un año sabático te dará perspectiva y sobre todo, el espacio para tomar decisiones conscientes para dirigir el rumbo de tu vida. Cuando nos apartamos del mundo laboral podemos ser más intencionales en las elecciones que hacemos que afectan nuestra vida personal. Es un momento ideal para eliminar todo lo que no encaja ya contigo e identificar qué cambios quieres hacer para vivir la vida que deseas. Al disponer de tiempo, podrás priorizar objetivos, crear un plan de ruta sobre cómo quieres vivir este periodo y, también, un plan más a largo plazo.
  • Mejorar tu bienestar. Es el momento ideal para poner en práctica el autocuidado. Es momento de que tu salud y bienestar pasen a primer plano. Un año sabático te ayuda a que le des protagonismo a otras  áreas de tu vida que no sean laborales. Puedes emplearlo para mejorar tu autoestima, confianza interna, mejorar tu alimentación o hacer más actividad física.  También es un buen momento para ir a terapia, retomar actividades que dejaste de lado, o invertir tiempo en cosas que te apasionen. Todas estas mejoras a tu bienestar tendrán un impacto positivo en el momento de volver al mundo laboral con más energía, más claridad y mejor disposición. 

 

  • Aprender nuevas habilidades. Es una oportunidad para profundizar en áreas que te interesan y no has tenido tiempo para dedicarles atención. Empieza algún curso complementario o de algún área que te atrae, aunque nunca te hayas dedicado a ello. También puedes probar nuevos hobbies o actividades, como el baile, algún tipo de deporte o algo artístico. La ciencia ha demostrado que aprender nuevas actividades ayuda a fortalecer la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro de recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones. Cuando pruebas una nueva actividad o habilidad estás fortaleciendo el aprendizaje y la memoria a largo plazo. 
  • Conciliación personal y familiar. Disponer de un año para ti es tener espacios de conciliación personal. Puedes disfrutar de tiempo a solas y dedicarte a lo que te apasiona. Por otro lado, este es un gran momento para reforzar vínculos con tu familia, pareja o amigos o dedicar tiempo a tu comunidad. Muchas veces, el ritmo acelerado lleva a que descuides esta área, fundamental para ti y para tu salud mental.
  • Abrir la mente. A nuevas formas de pensar, hacer las cosas desde otro lugar interno o alimentar tu creatividad. Puedes hacerlo a través de lecturas que te inspiren y que den nuevos puntos de vista. Los libros no solo te dan respuestas, sino que también te empujan a hacerte preguntas que te ayuden a reflexionar. Además, si tienes recursos y la posibilidad de viajar, es una vía para conectar con otros modos de vivir y de pensar  que te aporten nuevos enfoques. 
Grupo de personas en una ruta de montaña.

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Más información

Si estás evaluando tomar un año sabático y sabes que puedes permitírtelo, ten en cuenta lo siguiente:

  1. Pregúntate para qué: ten clara la intención y la dirección. Si no sabes para qué quieres tomarte este tiempo, lo más probable es que sea un tiempo sin objetivos y sin prioridades claras.
  2. Plantéate quién quieres ser y cómo quieres que se transforme tu vida después de esta etapa. Esto te permitirá tener una hoja de ruta para tu año sabático, pero recuerda aplicar suficiente flexibilidad, ya que durante un año, ¡todo puede cambiar!

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