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“El diseño humano te dice cuáles son tus dones y talentos para potenciar tu trabajo”
30 de noviembre de 2023
Seguro que en más de una ocasión te has sentido como una impresora multifunción durante tu jornada laboral: primero una llamada telefónica que se te junta con la redacción de un correo importante, mientras tratas de terminar una tarea mecánica pero igual de importante. Además, tienes que hacerlo lo más rápido posible porque en breves arranca la reunión de la semana.
Suena agotador, ¿verdad? Sin embargo, no resulta una situación tan extraordinaria. De hecho, el concepto de multitasking es algo que inventaron las madres hace siglos con su capacidad para realizar muchas cosas a la vez y con mucha precisión. Pero que exista desde hace siglos no significa que sea necesariamente bueno o eficiente.
Por eso, nos preguntamos: ¿qué beneficios tiene para el trabajador? ¿Puede ser contraproducente?
Es común pensar que una persona multitasking es aquella con el potencial y la capacidad para realizar muchas tareas a la vez. Y es eso mismo lo que creen las personas multitasking – insistimos: creen. Porque como han demostrado algunos estudios científicos, la multitarea no significa realmente hacer muchas actividades a la vez. Es un mito que nuestro cerebro pueda concentrarse en varias cosas a la vez, ya que de manera inconsciente siempre prestaremos más atención a una de las actividades que estamos realizando.
Debemos entender que cuando prestamos atención a una tarea por encima del resto, también estamos contribuyendo a disminuir nuestra productividad. Por lo tanto, por ‘multitarea’ entendemos, en realidad, la habilidad para pasar de un asunto a otro con la mayor rapidez y eficiencia posible (pero no hacer dos tareas a la vez).
Otro término relacionado con la multitarea es el de polivalencia, que nos indica la capacidad de una persona para realizar diferentes actividades que requieran diversas habilidades. Esto, al combinarse con la habilidad de cambiar de tareas de forma rápida y efectiva (es decir, multitasking) pueden terminar generando resultados muy favorables.
Cuando a una persona se le exige que sea capaz de realizar varias labores a la vez en su puesto de trabajo, podría terminar sufriendo burnout: perdiendo motivación, estropeando relaciones de trabajo, afectando negativamente a su vida privada… Aunque siempre habrá personas con una predisposición más natural y mayor facilidad a afrontar este tipo de situaciones.
Las empresas actualmente buscan perfiles polivalentes para sus plantillas, pero también con inclinación natural al multitasking. ¿Por qué? Porque estas personas son capaces de adaptarse a todo tipo de entornos, dar soluciones y, además, obtener grandes resultados con su trabajo.
Tranquilo, no es algo innato. Como habilidad, es algo que se puede entrenar. Siguiendo la recomendación de muchos expertos, algunas claves para mejorar el perfil multitarea son:
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Ahora que entendemos un poco mejor el perfil multitasking, es momento de descubrir por qué es un perfil tan demandado en el entorno laboral. La persona multitasking presenta una serie de cualidades que hacen de él un extraordinario activo y que le permiten acceder, en el futuro, a puestos mucho mejores:
Pese a todo lo anterior, también podemos encontrarnos con la necesidad de tomar un año sabático después de un gran esfuerzo por intentar convertirnos en un perfil multitarea. Algunas consecuencias de mantener un perfil tan exigente como el multitarea son:
Encontrar el equilibrio entre el volumen de trabajo y continuar siendo productivo es algo necesario para potenciar los beneficios del multitasking en el mundo laboral. Sacarle el máximo partido sin que se convierta en un inconveniente y acabemos pagando los efectos en nuestra salud. Lo esencial es encontrar horas donde podamos poner en reposo nuestro cerebro y nuestra productividad para recuperar energías.
Como nota adicional, existen algunos estudios que avalan el efecto positivo del multitasking, ya que el hecho de percibirse a uno mismo como capaz de ser multitarea, es beneficioso para el desempeño.