¿Cómo surgió…? La historia detrás de Disney

Tres círculos para crear la silueta más famosa de la historia: Mickey Mouse. El ratón más conocido del mundo y la imagen de la compañía de animación que se encarga de embarcarte en cientos de viajes de fantasía. 

Sus largos y cortometrajes han formado parte de nuestra infancia y, conforme Disney crecía, nosotros crecíamos de la mano de sus personajes. Su huella es tan grande que ha permitido la revolución de la animación, el cine, los parques temáticos, la televisión, la música y las plataformas digitales.

El genio detrás de la animación: Walt Disney

Walt Disney nació en Chicago el 5 de septiembre de 1901. Fue el cuarto de los cinco hijos que tuvieron Flora y Elias Disney. Con apenas cinco años, Walt y su familia se trasladaron a Maceline (Missouri). Allí fue donde el pequeño Walt empezó a interesarse por una de sus principales aficiones: el dibujo. 

 

El padre de Walt, consiguió amasar suficiente dinero para regresar a Chicago con su familia. De vuelta en casa, durante su adolescencia compaginó sus estudios con clases de pintura, mientras ayudaba también a su padre. Más tarde, trató de enrolarse en el ejército siguiendo los pasos de su hermano Roy, pero todavía no tenía la edad suficiente. 

Por eso, a sus 16 años falsificó su certificado de nacimiento para entrar a formar parte de la Cruz Roja, recorriendo Europa como conductor de ambulancias hasta 1919.

¿Sabías que…?

Existe una leyenda que dice que Walter Elias Disney nació en Mojácar, Almería, España. Se cree que su madre fue Isabel Zamora, conocida como “La Bicha”, una pobre lavandera con un gran talento artístico. Tras un romance extramatrimonial con Ginés Carrillo, el médico del pueblo, nació José Guirao Zamora. Poco después, Isabel emigró a las afueras de Chicago con su hijo, en busca de una oportunidad laboral. Finalmente, esa oportunidad nunca llegó y se vio obligada a dar en adopción a su hijo a la familia Disney.  El propio Walt Disney, llegó a tener la sospecha de que este rumor sobre sus progenitores fuera cierto y, en 1940, envió a la costa almeriense a tres investigadores para buscar evidencias sobre sus posibles orígenes andaluces. Lamentablemente, no consiguió resolver sus dudas, ya que tras la Guerra Civil se destruyeron todos los registros existentes

Los comienzos de la Walt Disney Company

 

En su regreso a Estados Unidos, su hermano le consiguió trabajo como dibujante de anuncios para periódicos, revistas y cines en un estudio de Kansas. Allí conoció a Ubbe Iwerks, con el que se asoció y montó su propio estudio bajo el nombre “Iwerks-Disney Commercial Artists” en 1920.

El estudio no tuvo el éxito esperado y la empresa fue absorbida por Kansas City Film Ad. Aquí fue donde Walt Disney descubrió el mundo de la animación. 

Esta experiencia le sirvió para dar un salto en su carrera. Y, en 1922, fundó su propia empresa: Laugh-O-Gram Films Inc., con la que realizó distintos cortometrajes animados de cuentos de hadas populares como “La Cenicienta” o “El gato con botas”. 

Los cortos tuvieron cierto éxito en Kansas, pero no eran rentables. Por eso, tras realizar el corto de “Alicia en el país de las maravillas”, su pequeño estudio se declaró en bancarrota.

Resiliente, Walt Disney no se dio por vencido. Su objetivo era hacerse un nombre en Hollywood y, con el objetivo de mudarse allí, vendió todas sus pertenencias. Con 40 dólares en el bolsillo y la película de “Alicia” bajo el brazo, marchó rumbo a Los Ángeles.

Alicia en el país de las maravillas

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En un intento de relanzar su carrera, mandó el film de “Alicia” a una distribuidora de Nueva York, quienes compraron la idea y le encargaron más cintas de este tipo de animación combinada con acción real. Con la ayuda de su hermano Roy, fundó la empresa Disney Brothers Studio — lo que hoy conocemos como The Walt Disney Company.

De aquel encargo nacieron las “Comedias de Alicia”, que acumularon bastante éxito. La serie tuvo problemas internos y se dio por concluida en 1927. 

Maravillados con la animación y coincidiendo con un momento de auge, recibieron el encargo de Universal Pictures para filmar una nueva serie de películas.

Walt siempre confió en su amigo Iwerks, por eso le hizo responsable de este nuevo proyecto. De su lápiz nació “Oswald, el conejo afortunado”, que saltó a la fama de inmediato. 

Al año siguiente, Walt Disney trató de negociar el contrato de Oswald, pero el personaje pasó a ser propiedad de Universal. Un movimiento que, además, hizo que muchos de los animadores de Disney Brothers Studio pasaran a trabajar para Universal. 

Como gran curiosidad, Disney recién pudo recuperar su propiedad en el año 2006.

El nacimiento de Mickey Mouse

 

Tras perder los derechos de su personaje más mediático, Iwerks y Disney tenían que ponerse manos a la obra y diseñar un nuevo icono. Aunque se desconoce cuál de los dos fue el encargado de su diseño, de esa necesidad surgió uno de los dibujos más importantes de la historia cinematográfica: el ratón, Mickey Mouse.

Su primera aparición en la gran pantalla fue el 15 de mayo de 1928 en “Plane Crazy”. Era un cortometraje mudo que no despertó mucho interés a las productoras. Por este motivo, Disney decidió innovar y producir una película con banda sonora propia llamada “Steamboat Willie”. Un éxito que provocó que todas las obras siguientes contaran con sonido e, incluso, con doblaje. 

El propio Walt Disney fue quien le puso voz a Mickey Mouse hasta 1947.

Este ratón animado fue la catapulta que lanzó a Disney al estrellato. Mickey Mouse fue declarado incluso como un “símbolo internacional de buena voluntad” con la medalla de oro de la Sociedad de Naciones en 1935.

En 1929 Iwerks animó una nueva serie de películas de Mickey Mouse tituladas “Silly Symphonies”. Su trabajo fue poco valorado por parte de Walt, así que decidió abandonar la compañía. Un hecho que obligó a que Disney contratara varias personas para cubrir el puesto que Iwerks dejó huérfano. 

Todo esto ocurrió en un momento en el que la cara de Mickey Mouse aparecía por todas partes: relojes, juguetes, joyas, cómics… 

En 1932, la compañía lanzó «Flowers and Trees» —la primera animación a color— y ganó el Óscar al mejor cortometraje de animación. Ese mismo año, Walt Disney recibió un Óscar honorífico por la creación de Mickey Mouse. El éxito de Disney siguió aumentando con la creación de personajes como Donald, Pluto y Goofy.

Expansión y diversificación en los años 30 y 40

 

Cuando Walt Disney anunció que iba a crear la primera película plenamente animada, la gente pensó que había perdido la cabeza.  El nombre de aquella pieza pionera fue “Blancanieves y los siete enanitos”. 

La producción de la película se extendió desde 1934 hasta 1937, dejando a la compañía al borde de la bancarrota y con una gran deuda. El Bank of America prestó a Disney 1.488.000 dólares, a pesar de que el presupuesto inicial de la película era de solo 250.000 dólares.

La película fue todo un éxito. Este primer largometraje totalmente animado consiguió recaudar 8 millones de dólares. Liberó a Disney de sus deudas y les permitió la oportunidad de producir nuevas películas como “Pinocho” y “Fantasía”.  Todo mientras seguían publicando cortos animados de Mickey y sus amigos.

Disney estaba despegando. La expansión de la compañía era evidente, y su reconocimiento crecía cada vez más. Sin embargo, los trabajadores del estudio sentían que no estaban recibiendo la fama, el prestigio y, sobre todo, la remuneración que merecían. Debido a estos problemas, en 1941, los empleados se declararon en huelga para reclamar por sus derechos.

La huelga terminó cuando Disney reconoció el sindicato de trabajadores y realizó una consecuente subida de sueldos. Además, la medida estrella fue establecer un sistema de créditos y agradecimientos en cada película donde se reconociese el trabajo de los empleados. Una decisión que ha sobrevivido hasta nuestros días.

El siguiente gran taquillazo de Disney fue “Dumbo”. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, provocó un oscuro cambio de rumbo en la compañía. Aprovechando el panorama político, surgieron cintas educativas como “El rostro del Führer” o “Educación para la muerte”.

Estas películas no fueron suficientemente rentables, por eso Disney necesitaba que su siguiente gran película, “Bambi”, fuese todo un éxito. Pero no fue así. Obligando a Disney a centrar su estrategia en los cortos animados, más baratos y con un mayor margen de beneficios. 

Sus siguientes grandes eventos fueron, un reestreno de “Blancanieves” en 1944,  “La Cenicienta” (1952), “Alicia en el País de las Maravillas” (1954) y “Peter Pan” (1954).

Inauguración de DisneyWorld

El origen de los parques temáticos: Disney World y Disneyland

En los mismos años 40 surgió el proyecto más ambicioso de Walt Disney: aumentar su imperio cinematográfico con la creación de un parque temático. 

Walt Disney era un apasionado de pasar tiempo con su mujer y sus hijas en el jardín los fines de semana. Para hacer esos momentos más entrañables, construyó un pequeño tren de raíles que recorría el exterior de su hogar. Este simple gesto despertó una idea: crear algo mucho más grande para que cualquier familia pudiese disfrutar de esos momentos. Fue el primer planteamiento de lo que terminaría siendo Disneyland.

El primer parque temático era mucho más ambicioso que cualquier otro parque de la época. Además de las atracciones mecánicas, Disneyland ofrecía a los visitantes la oportunidad de adentrarse en diferentes mundos de fantasía ambientados en las películas de Disney.

La inauguración del primer parque fue el 17 de julio de 1955 en Anaheim, California. A pesar de los múltiples problemas técnicos durante su inauguración, el parque fue un éxito inmediato. Cuando la gente le preguntaba a Walt por las obras en el parque y los fallos, él respondía: “Disneyland nunca estará terminado mientras siga existiendo la creatividad”. 

En 1971 se inauguró Disney World en Orlando, Florida. Este suponía un paso más allá en la era de los parques temáticos, ya que incluía hoteles y restaurantes dentro de sus instalaciones. El parque luego se expandiría con la creación de otros parques temáticos dentro del propio complejo como Epcot, Disney’s Hollywood Studios y Disney’s Animal Kingdom. Unos años después, los parques Disney lograron llevar la magia a otros rincones del mundo. En 1983 se inauguró Tokyo Disneyland en Japón, seguido por Disneyland Paris en 1992, Hong Kong Disneyland en 2005 y Shanghái Disney Resort en 2016. 

¿Sabías que cada uno de los parques está adaptado a su cultura local? Por ejemplo, en Shanghái, en la torre principal del castillo, en lugar de una rosa, la flor del rosetón es una peonía, flor típica china.

El 28 de junio de 2024, Disney inauguró Tiana’s Bayou Adventure, la nueva atracción de Magic Kingdom. Disney, con esta atracción, que se implantará también en Disneyland, comienza una nueva estrategia para incentivar la inclusión y la diversidad racial en todos sus parques temáticos.

Los años 80 y 90: décadas de innovación

 

Al final del siglo XX, Disney llevó a cabo una serie de adquisiciones estratégicas que extendieron su alcance y su oferta de entretenimiento. Disney se lanzó a la industria televisiva en 1983 con Disney Channel, un canal 24 horas dedicado exclusivamente a la programación infantil y familiar.

También se sumó a la industria de los videojuegos con Disney Interactive en 1988. De esta forma, la compañía comenzó a crear experiencias interactivas que complementaban sus películas y programas de televisión en videoconsolas. 

La transición de la animación tradicional a la digital permitió que la calidad de las películas aumentara de forma considerable, algo que hasta el momento no se había visto. “La Sirenita” (1989), “La bella y la bestia” (1991), “Aladdin” (1992) y “El Rey León” (1992) son el ejemplo de la implementación de estas nuevas técnicas de innovación.

En 1991, Disney adquirió Capital Cities/ABC, una de las mayores cadenas de televisión de Estados Unidos, y ESPN.

En 1995 Disney adquirió los derechos de distribución de Pixar Animation Studios. Una alianza que facilitó la creación de numerosos éxitos de taquilla como “Toy Story”, “Buscando a Nemo” o “Los Increíbles”, que consolidaron a Disney como el líder del mundo de la animación.

Disney en la actualidad

En el siglo XXI, la revolución digital ha sido la principal protagonista. Y, claro, para una compañía de entretenimiento y animación, es imprescindible adaptarse a este tipo de situaciones. Disney ha conseguido trazar una estrategia que le permite seguir a la cabeza en un sector cada vez más competitivo.

En 2019, Disney lanzó Disney+, su propia plataforma de streaming, que rápidamente se convirtió en un competidor directo para las grandes compañías existentes como Netflix o Amazon Prime.

Disney+, la OTT de Disney

Su plataforma OTT se vio favorecida por las adquisiciones previas al lanzamiento de la plataforma. En 2001, Disney compró Fox Family Worldwide por 2.9 mil millones, en la que se incluía el canal de televisión por cable Fox Family Channel. En 2006, el acuerdo de colaboración con Pixar derivó en una compra que se cerró en 7.4 mil millones de dólares. A estas adquisiciones se le sumaron la compra de Marvel Entertainment (2009) por 4 mil millones y Lucasfilm (2012) por 4.05 mil millones. Pero, la última adquisición fue 21st Century Fox (2019) por 71.3 mil millones de dólares. Esta compra incluyó varios contenidos educativos, entre ellos el canal de National Geographic, ampliando la oferta de contenido educativo y de entretenimiento de su plataforma.

A lo largo de casi un siglo, Disney pasó de ser un pequeño estudio de animación fundado por Walt Disney a convertirse en un imperio del entretenimiento. En palabras del propio Walt: “Nunca olvides que todo comenzó con un simple ratón”. Sin duda, la historia de Disney es un ejemplo de como un sueño, puede llegar a convertirse en algo mucho más grande, trabajando con ambición y determinación, siempre manteniendo su compromiso con la calidad y la magia que han definido su marca desde el principio.


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