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“El diseño humano te dice cuáles son tus dones y talentos para potenciar tu trabajo”
30 de noviembre de 2023
Buscar hogar en una ciudad nueva que se adapte a tus necesidades y compaginándolo, además, con estudiar y trabajar se torna como una tarea tediosa. Elegir barrio, contactar con el dueño del piso o empresa inmobiliaria, llegar a un acuerdo, desembolsar una gran suma de dinero para amueblar, aprender la mejor ruta para ir al trabajo y clase… Las opciones más habituales son compartir piso o un alquiler individual -ésta última muchas veces conllevando un gran sobrecoste y poco beneficio-. Existen alternativas, ¿alguna vez habías escuchado hablar del coliving?
El coliving es un modelo de hábitat donde la persona tiene una habitación de uso privativo, compartiendo el resto de estancias del hogar, pero cuyo principal objetivo es juntar a individuos con unos valores e intereses similares favoreciendo estilos de vida colaborativos. La principal ventaja de este modelo es abaratar costes que muchos no pueden asumir. Lo más común es encontrar jóvenes emprendedores o nómadas digitales como los consumidores más habituales de este formato. El coliving en Barcelona es una opción real, con empresas como The Social Hub, y te contamos por qué.
A simple vista, lo que pudiera parecer un concepto novedoso y rompedor queda diluido por la introducción al término. Sin embargo, presenta una cantidad de matices suficientes como para considerarlo como una alternativa al tradicional alquiler de habitación. En primer lugar se trata de buscar gente que comparta las mismas aficiones, valores o intereses. Es un modelo muy útil para gente que busque enriquecerse de otras culturas, que no quiera asentarse definitivamente o cuya preocupación sea acercarse a personas que tengan sus mismas inquietudes.
Se ha diseñado para aquellas personas que estudien, trabajen y quieran disfrutar de la experiencia de vivir en una ciudad como podría ser Barcelona. Reúne todos los requisitos básicos para que puedas considerarlo tu hogar. Cuenta con el aliciente extra de que presenta todas las ventajas de una habitación de hotel y podrás compartir la experiencia con gente de gustos similares a los tuyos.
Suele ser común que se trate de una casa grande y, gracias a ello, se puede contar con todo tipo de espacios comunes: gimnasio, piscina, zona de juegos o zona de trabajo o estudio, todo ello sin que los costes se disparen. De hecho, también es muy habitual la contratación de un servicio de limpieza, algo que sin duda ayudará a que la organización de tu tiempo sea aún más eficiente.
Con todos los argumentos, seguirás en la duda de si merece la pena. Como sistema de organización y convivencia es altamente atractivo, sin embargo existen algunos ‘peros’ que se deberían tener en cuenta a la hora de decantarse por un modelo u otro.
1. Ventajas. Es un sistema que se debe tener en consideración si nuestro objetivo es fomentar el trabajo en equipo y favorecer la propuesta de nuevas ideas. Ten en cuenta que todas las personas tienen, al menos, un elemento en común: estudios, intereses, trabajo…
2. Inconvenientes. Para las personas más introvertidas o para aquellas que no vivan en grandes ciudades, se trata de un modelo poco compatible con su estilo de vida. Debemos tener algunos elementos en cuenta.
Se trata de un fenómeno en auge en países europeos, aunque no tan asentado en nuestro país. En las grandes ciudades como Barcelona, se ha acogido este nuevo concepto de compartir piso e incluso se ha planteado una nueva regulación para evitar problemas de especulación y prevenir el uso de una vivienda por debajo de las condiciones mínimas. Aun con todo ello, está proliferando entre los individuos que compaginan el estudio con trabajo o los denominados digital nomads e incluso se comienza a adaptar a otro tipo de público como la tercera edad.
Como gran ejemplo de éxito de esta fórmula, encontramos el de un convento de monjas de clausura en Toledo. El edificio pertenece al grupo religioso desde 1410. En este caso, tanto las hermanas que viven en el edificio, como el Gobierno local, han favorecido la adaptación de este espacio en formato coliving para que no terminase vendido y convertido en hotel. El objetivo es aprovechar el espacio para el alquiler a estudiantes jóvenes sin renunciar a la propiedad del convento. O lo que es lo mismo: que convivan las monjas con estudiantes. Toda idea rompedora es bienvenida, incluso mezclar lo teológico con lo millenial.
Entendemos el coliving como un formato de compartir piso diseñado para estudiantes que deben completar su formación, realizar determinados proyectos en común o para los que deben trabajar en un lugar durante un tiempo determinado. En Barcelona, Madrid o Alicante se comienza a integrar como una opción más económica frente al alquiler tradicional.