¿Qué es el síndrome del burnout?

Ilustración de una persona extasiada.

Si cuando llegas a casa no quieres ni moverte y quedarte en el sofá durante mínimo una semana parece un plan brillante… quizás estés rozando el burnout, también conocido como síndrome de desgaste laboral. 

Este agotamiento al que te ves sometido es diagnosticable por un médico. Es importante evitarlo porque incidirá de forma directa en tu salud. Pero, ¿qué es? y sobre todo… ¿Cuáles son sus síntomas y sus causas?

¿Qué es el burnout o síndrome del desgaste laboral?

El burnout, síndrome del desgaste laboral o, de forma más coloquial, ‘estar quemado’, es una sensación de malestar físico y psicológico. Se caracteriza por una pérdida de interés por el trabajo, un cúmulo de emociones negativas e incluso afecciones físicas que irán manifestándose con el tiempo. 

Puede que en un principio solo se aprecie en el entorno laboral con desgana, apatía, falta de motivación e incluso hostilidad con los compañeros. Sin embargo, si no se trata a tiempo, podría terminar extendiéndose al ámbito personal. 

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), añadió a la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades en 2019, reconociendo el síndrome del desgaste como una enfermedad.

Síntomas del burnout

Existen una serie de efectos que se manifiestan cuando una persona sufre el síndrome del desgaste laboral. Estos son algunos de los más comunes: 

 

  • Irritabilidad.  Te vuelves mucho más irascible y sensible cuando algo no va como esperaba. El malhumor y los enfados no tardan en manifestarse.
  • Bajo rendimiento. En tu desempeño laboral comienzas a rendir por debajo de lo esperado: se te acumulan tareas, no consigues finalizar lo esencial… Muchas veces hasta pondrás excusas poco convincentes.
  • Comportamiento agresivo. Cuando algo no va según lo previsto, tu comportamiento comienza a ser mucho más agresivo de lo que estás acostumbrado.
  • Poca concentración. Imposibilidad para mantener la mente ocupada en la misma tarea durante un tiempo prolongado. Buscarás cualquier otro objetivo para no continuar con tu trabajo y dedicarte a otras labores. 
  • Baja autoestima y falta de realización personal. Pensamientos intrusivos y negativos sobre ti mismo o tu desempeño, falta de satisfacción personal o sentimiento de fracaso constante en todo lo que haces.
  • Agotamiento constante. Fatiga, energía baja, sueño, cansancio mental y corporal.
  • Trastornos de la piel o enfermedades. Puede manifestar ciertas lesiones o heridas cutáneas. También podría provocar un debilitamiento del sistema inmunológico que derive en enfermedades o incluso dolores de cabeza, fatiga crónica o problemas digestivos.
  • Aislamiento social Poca comunicación con tus compañeros o superiores. Comienzas a aislarte y desvincularte de los demás. Apatía, poca motivación para compartir, y la necesidad de estar solo/a.  

 

Todos estos síntomas variarán de intensidad según el caso individual de cada persona, porque no todos lo sufriremos en el mismo contexto. Determinadas situaciones personales provocarán que los síntomas se manifiesten de manera permanente.

Persona durmiendo en un tren.

Causas del burnout

Ahora que ya conocemos qué es el burnout y cómo reconocer sus síntomas, comprendamos algunas de las causas por las que se produce. Sus causas se pueden atribuir a diferentes factores: 

 

  1. Factores laborales. Altos niveles de exigencia, muchas horas laborales, control constante por parte de tus superiores, expectativas no realistas, falta de reconocimiento e incluso poca recompensa pese al esfuerzo realizado.
    • Tareas monótonas y repetitivas. Ausencia de desafíos, falta de oportunidades o sensación de estancamiento.
  2. Factores organizacionales. Gestión de liderazgo deficiente, falta de comunicación, roles y responsabilidades difusas, así como ausencia de equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
  3. Factores individuales. Los rasgos de personalidad también contribuyen al burnout. Ser muy perfeccionista, tener unas expectativas muy altas, incapacidad para dividir lo laboral y lo personal, derivando en trabajar a deshoras o la ausencia de capacidad para afrontar el estrés.
  4. Falta alineación corporativa. Puede que los valores y creencias personales no estén alineados con los valores de la empresa o incluso de la naturaleza del trabajo. Esto puede generar una gran disonancia y derivar al burnout.
  5. Falta de una red de apoyo. No encontrar ayuda en tu círculo de amigos o familiares puede terminar en una sensación de aislamiento agravando el estrés y el síndrome del desgaste.
Personas cruzando un paso de cebra.

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¿Cómo prevenir los síntomas del burnout?

Lo ideal es transformar la situación lo antes posible para evitar llegar al límite. Existen ciertas actividades que te ayudarán a gestionar tus niveles de burnout:

 

  1. Poner límites. Lo principal.  Es importante aprender a poner límites en todos los ámbitos. Eso requiere identificar hasta dónde puedes llegar sin comprometerte por encima de tus posibilidades, ya sea en el trabajo, en pareja, en familia, con los amigos y hasta con uno mismo. Por ejemplo, dialogar con tu supervisor manteniendo una comunicación asertiva que te permita llegar a un acuerdo beneficioso para todas las partes.
  2. Hacer ejercicio. El ejercicio libera endorfinas que nos ayudarán a despejar la mente. Como beneficio extra nos cansará; lo cual nos permitirá obtener  un descanso óptimo.
  3. Practicar actividades como la meditación. Esta disciplina, junto al yoga y a la meditación activa ayudan arebajar los niveles de estrés. Escuchar a tu cuerpo y mantener momentos de calma.
  4. Respetar rutinas de sueño. Es importante ser constante con las horas de sueño. Si durante la jornada laboral estamos sometidos a estrés y durante la noche no cumplimos con las horas de sueño, se acabará generando un gran problema.
  5. Buscar apoyo. Ser acompañado y sostenido por el círculo cercano, no guardarse todos los problemas e intentar buscar una solución junto a ellos. No se debe desestimar la ayuda de un profesional en caso de que fuese necesaria.

El síndrome del desgaste laboral es muy común en un entorno laboral tan cambiante e incierto como el actual. La sensación de burnout provocará un estrés que, si no es tratado a tiempo, tendrá consecuencias en el ámbito personal.

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